lunes, 27 de noviembre de 2017

La Paz como forma de convivencia socio educativa

Título: La paz como forma de convivencia socio educativa

Autora: Msc.Elizabeth Pérez
Universidad Bicentenaria de Aragua

Resumen
Las instituciones educativas deben ser concebidas como un sistema social, generadoras de cambios en los cuales se realizan procesos de socialización y de formación pedagógica propiciadores de la construcción social, ante lo cual se ha de canalizar la consecución de una escuela participativa e interactiva, comprometida con el mejoramiento del sistema de relaciones de los implicados en el ejercicio constante de ser, hacer, pensar, conocer y convivir en la sociedad. Por consiguiente, la educación tiene una connotación sustancial en el modelo de valores éticos, morales y emocionales. Este artículo con una aproximación teórica acerca del pensamiento y la acción mediadora del docente en el ámbito educativo. Reconoce los fines y propósitos de la educación, conforme a los principios y valores de la Constitución de la República Bolivariana transferidas a los escenarios contextuales de  la educación, en ese despliegue de elementos significantes, que permiten reflexionar entre todos, en La existencia de integrantes de distinta jerarquía y, sobre todo, de distintas generaciones, hace de la institución escolar un espacio proclive al surgimiento de conflictos que alteran el buen clima que debe acompañar los procesos de aprendizaje que se desarrollan en su interior. El Ministerio de Educación, junto a los actores educativos, ha desarrollado una Política de Convivencia Escolar que tiene como propósito promover, orientar y articular un conjunto de acciones a favor de la formación y el ejercicio de los valores de convivencia como la paz.




Palabras Claves: Paz-Convivencia-Escolar.



Peace as a form of socio-educational coexistence

Summary
Educational institutions must be conceived as a social system, generating changes in which processes of socialization and pedagogical training conducive to social construction are carried out, before which the achievement of a participatory and interactive school must be channeled, committed to the improvement of the system of relationships of those involved in the constant exercise of being, doing, thinking, knowing and living in society. Therefore, education has a substantial connotation in the model of ethical, moral and emotional values. This article with a theoretical approach about the thinking and mediating action of the teacher in the educational field. Recognizes the aims and purposes of education, in accordance with the principles and values ​​of the Constitution of the Bolivarian Republic transferred to the contextual scenarios of education, in that deployment of significant elements that allow reflection among all, in the existence of members of different hierarchy and, above all, of different generations, makes the school institution a space prone to the emergence of conflicts that alter the good climate that should accompany the learning processes that take place inside. The Ministry of Education, together with educational actors, has developed a School Coexistence Policy that aims to promote, guide and articulate a set of actions in favor of training and the exercise of the values ​​of coexistence such as peace.


Keywords: peace-coexistence-school.






Síntesis curricular: Msc. Educación. Mención Gerencia. UBA.
Prof. Educación Comercial IUPMA. Maracay. Laboró: U.E.N Carlos García barrera palo negro/ actualmente Doctorante: Ciencias de la UBA.
INTRODUCCIÓN
A lo largo de los años, y en especial en las últimas décadas, se han generado una serie de transformaciones en la sociedad que tienen relación con los valores, y por ende, con la paz de los pueblos. Los antivalores, día a día cobran fuerza en los espacios en nuestra sociedad y con mayor énfasis en las aulas de clase.
Es necesario, como mínimo, apoyarse sobre los principios elementales pero seguros, como son los siguientes: las cosas de los hombres deben ser tratadas con humanidad, y no por la violencia. Las tensiones, los contenciosos y los conflictos deben ser arreglados por negociaciones razonables y no por la fuerza. Las oposiciones ideológicas deben confrontarse en un clima de diálogo y de libre discusión. Los derechos humanos deben ser salvaguardados en toda circunstancia, estos principios humanitarios los puede encontrar todo hombre de buena voluntad en su propia conciencia. Un factor que influye en la calidad de la convivencia escolar es la normativa interna, la que debiera traducirse en el Reglamento de Convivencia de cada escuela, el que debe responder a los objetivos contemplados en el Proyecto Educativo Institucional.
De igual manera, en la constitución de la república bolivariana de Venezuela en su preámbulo dice con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna.
Por consiguiente promueve la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático, decreta la siguiente Título Principios fundamentales
La paz como forma de convivencia social educativa, contribuyendo a la estimulación de entornos de aprendizaje de calidad acordes con las necesidades del estudiante, cuyo soporte sea el dialogo, respeto a los derechos, las diferencias de género, salud, seguridad y protección de los estudiantes, preparándose para la vida activa.


Educación para la paz
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU) (1997, p.4) “todo ser humano tiene derecho a la paz que es inherente a su dignidad de persona humana”. Coincide asimismo con el articulo 4 establecido durante la asamblea general, el cual señala que “la educación a todos los niveles es uno de los medios fundamentales para edificar una cultura de paz”, de igual manera con el artículo 9, cuando enfatiza que “las Naciones Unidas deberían seguir desempeñando una función crítica en la promoción y fortalecimiento de una cultura de paz en todo el mundo” (p.5).
De tal modo que todos los miembros de una institución educativa tienen derecho a vivir en un contexto en donde haya paz y esta se dé por sobre todas las cosas; ya que es un derecho fundamental de los seres humanos. Debe construirse mediante la aceptación de las diferencias individuales de quienes conviven en las instituciones, propiciando la tolerancia y el dialogo.
Cabe destacar que según el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas (UNICEF) (2010), la educación para la paz se define como un proceso de promoción del conocimiento, las capacidades, las actitudes y los valores necesarios para producir cambios de comportamiento que permitan a los niños, jóvenes y los adultos prevenir los conflictos y la violencia, tanto la violencia evidente como la estructural, resolver conflictos de manera pacífica creando condiciones que conduzcan a la paz, tanto a escala interpersonal como intergrupal, nacional o internacional .
En este ámbito, las actividades de fomento de la paz relacionadas con la educación, que lleva a cabo la UNICEF (2010), forman parte de un enfoque mundial destinado a llevar a la práctica el derecho a una educación para todos de calidad. La educación para la paz contribuye a crear entornos de aprendizaje de calidad, adaptados a las necesidades del niño, del adolecente, basados en el respeto a los derechos las diferencias de género, la salud, la seguridad de estos, su protección y contribución positiva a su educación.
En virtud de ello, una educación de calidad inspirada en la paz, produce alumnos bien alfabetizados, conocedores de la aritmética básica y de una adecuada preparación para la vida activa como el pensamiento crítico, la capacidad de tomar decisiones, la comunicación, la negociación, la resolución de conflictos, la capacidad para hacerles frente y una actitud personal aplicable a contextos específicos, entre otros la construcción de la paz la prevención de la violencia, la higiene y el saneamiento, las prácticas saludables y nutricionales, la prevención del VIH (sida) y la protección medioambiente. La educación de calidad inspirada en la paz permite a los niños y los jóvenes practicar en el nacimiento de cambios constructivos, tanto a escala local como mundial.
Asimismo, para Bisquerra (2008), un aspecto importante para convivencia es el clima escolar. Cuando se habla de clima escolar se refiere a una discusión emocional que caracteriza muchos aspectos de la dinámica de clase y las relaciones interpersonales. La evidencia de las investigaciones sobre el tema ha puesto de manifiesto el rendimiento académico, el cual es posible cuando hay un clima emocional favorable al aprendizaje. Esto implica a las relaciones entre alumnos y profesorado y entre compañeros de clase.
En este sentido, el clima escolar es una cualidad relativamente estable, es vivida por los integrantes a través del trabajo, las interacciones y las características físicas del espacio. Es el resultado de la interacción de una serie de factores: variables del alumno, profesorado, padres, madres, materias, mitología, espacio del centro entre otros.
Por su parte, Bisquerra (2008, p.38), “la convivencia escolar es un reflejo de la convivencia ciudadana”. Es la manera en la cual el estudiante percibe la convivencia en su aula o contexto escolar quien va adquiriendo modelos de comportamiento, los cuales transmiten y se reflejan en su día a día, es decir en su convivencia diaria tanto fuera como dentro de la institución. Es por ello que uno de los principales retos del sistema educativo es enseñar a sus docentes a aprender a convivir juntos, sin peleas, discordias o cualquier tipo de conflictos que se interponga en la convivencia institucional.
En virtud de ello, la autora considera que quienes dirigen los centros educativos, deben tomar conciencia de la importancia y necesidad de crear un clima escolar positivo, tanto para facilitar el aprendizaje, como para la convivencia. Todo el profesorado puede jugar un papel en la mejora del clima del aula. Esta mejora implica conocer la percepción de los integrantes del clima del aula actual, identificar qué aspectos son más o menos valorados y establecer compromisos y actividades que permitan evolucionar favorablemente dentro de dichos espacios.
En este orden de ideas, Vergara (2006) plantea que la convivencia escolar es el reflejo de las interacciones que viven a diario todos los miembros de las instituciones educativas, al respecto se considera que una buena convivencia escolar contribuye favorablemente a la calidad de actividades y enseñanzas de aprendizaje; ya que su influencia es la dinámica institucional, la cual tiene un valor de amplio alcance para tales fin.
En consecuencia, el proceso de una educación integral debe tomar en cuenta las mejores estrategias, herramientas, recursos en atención a la calidad académica, institucional, de contenido pedagógico. Paralelamente, debe integrar acciones concretas y eficientes para promover una convivencia escolar donde se dinamice la verdadera formación integral de los estudiantes, el bienestar y el desarrollo de todos los que participan en las estructuras educativas, generando espacios amenos, placenteros, estimulantes que inviten al disfrute de la interacción y el compartir entre unos y otros, debe proyectarse una verdadera convivencia entre quienes forman parte del entorno educativo.
La convivencia en la prevención de la violencia escolar
Bajo esta concepción, la representatividad de las actividades educativas deben estar sustentadas en el alcance de esta interrelación que se focaliza desde adentro, en torno a la realidad que comparten los docentes, estudiantes, personal directivo, trabajadores administrativos y administrativas, padres, madres, representantes, responsables, obreros y obreras de las instituciones y centros educativos, que adicionan todos estos elementos axiológicos en la prosperidad de interrelaciones efectivas como parte de la construcción colectiva de la convivencia.
Sin embargo, ante cualquier eventualidad desconfigurada de este sentir y hacer de la sana convivencia humana, es necesario poner atención a la forma cómo se ha de asumir la mediación frente a situaciones de conflictos en la comunidad educativa, ya que cuando no son abordados a tiempo, o son resueltos por la vía del poder, se impone un desequilibrio en las fuerzas que llega a producir agresiones y abusos causantes de malestar entre las personas, que afectan el clima de convivencia y crean un ambiente negativo para el aprendizaje.
El conflicto en las instituciones educativas
Es una situación en la que dos o más personas entran en oposición o desacuerdo de intereses o posiciones y la relación entre las partes puede terminar deteriorada en distintos grados. Las emociones y sentimientos que nos pueden acercar a algunas personas, también nos pueden provocar rechazo y generar una mala relación con otras. Los conflictos son inevitables, pero la gran mayoría se pueden administrar y resolver.
La resolución pacífica de conflictos en síntesis, es la intención y voluntad de las personas por resolver los conflictos, lo que implica:
•          Hacerlos visibles en la interacción interpersonal y/o grupal.
•          Considerar los intereses de las partes involucradas.
•          Disposición a ceder para llegar a una salida que beneficie a los involucrados.
El proceso de resolución pacífica de conflictos involucra reconocer igualdad de derechos y oportunidades entre las partes en la búsqueda de solución, reestablecer la relación y posibilitar la reparación, si fuera necesario.los elementos del conflicto respecto a los protagonistas de un conflicto, entre otros, se pueden distinguir los siguientes elementos:
•          Los protagonistas y las personas secundarias, es decir, a quienes son protagonistas directos y aquellos que se sienten vinculados a la situación de manera indirecta.
•          La relación de poder existente entre las partes, que puede ser de iguales o de subordinación, lo que puede requerir de un tercero que colabore en la resolución.
•          La percepción que tiene cada protagonista del problema.
•          Las emociones y sentimientos de las partes, los que muchas veces no son claros y reconocibles a simple vista.
•          Los intereses y necesidades reclamadas por cada parte (interés: queremos postergación de la prueba; necesidad: más tiempo para prepararse).
Tanto el conflicto como la violencia se sitúan en diferentes escenarios y contextos. Tarde o temprano lidiamos con ellos. Las conductas autoritarias se pueden observar en padres y madres que gritan a sus hijos o recurren a la violencia física por lo que consideran una mala conducta; también puede encontrarse en un jefe autoritario que trata mal a sus empleados por alguna equivocación o en una ama de casa que grita y humilla a su empleada doméstica.
Podríamos afirmar que todos, en algún momento, hemos sido víctimas de alguna forma de violencia, hemos presenciado y quizá hasta hemos generado, consciente o inconscientemente, una situación violenta como consecuencia de un conflicto.
Las instituciones educativas no están exentas de esta realidad. Al convivir en ella diversidad de actores, hay también diversidad de formas de pensar, de necesidades e intereses, por lo cual no es extraño encontrar a diario situaciones conflictivas que pueden derivar en violencia si no son abordadas adecuadamente.
Pese a los cambios que se han ido produciendo en las concepciones educativas y en la visión de la escuela, aún encontramos prácticas y estilos autoritarios de relación, en ocasiones marcados por la violencia expresada en:
·         La imposición de normas que no han sido consensuadas entre todos los miembros de la comunidad educativa.
·         Sanciones injustas o que vulneran los derechos de los estudiantes.
·         Abuso de poder, desde las autoridades y entre pares.
Por ello es necesario partir de la identificación de las situaciones de conflicto que se presentan en la institución educativa, a fin de desarrollar las estrategias necesarias para favorecer la convivencia y prevenir conflictos que afecten la labor educativa de la escuela.
La Convención sobre los Derechos del Niño en su artículo 19 define a la violencia como “Toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación incluido abuso sexual; por otro lado, se define agresividad como un impulso natural, una energía, una fuerza interior que nos ayuda a la supervivencia, que fomenta a autoafirmación física y psíquica de las personas.
 La agresividad puede causar o no un acto de agresión. Es la tendencia a actuar o responder violentamente. La agresividad no es algo positivo ni negativo, depende del autocontrol que cada persona tenga frente a este impulso. Por ello, se enfatiza que la violencia y la agresividad no son sinónimos.


Resolver conflictos en las instituciones educativas
La paz no es solo la ausencia de violencia física, estructural o cultural, implica el establecimiento de lazos fuertes entre las personas, en los cuales primen la justicia y la concordia. La paz es un concepto dinámico, promueve situaciones de justicia, tolerancia, respeto a la diversidad, igualdad de oportunidades, respeto a los derechos y convivencia armónica.
Si deseamos promover y desarrollar una Educación para la Paz en las instituciones educativas, primero debemos entender que la violencia se presenta de diversas formas y que necesitamos aprender a identificarla, por ejemplo:
·         la desunión,
·         la rivalidad entre las aulas,
·         la competencia en la que unos son “ganadores” y los otros, “perdedores”.

Una propuesta orientada a promover relaciones pacíficas y democráticas requiere enfrentar estas situaciones, desarrollando habilidades y destrezas que nos permitan interactuar sin violencia, creando formas renovadas, creativas, justas y pacíficas de responder a los conflictos.
Asimismo, es importante señalar que la institución educativa tiene que transformarse en un espacio en el que sea posible vivir experiencias reales y significativas para el ejercicio de derechos, el cumplimiento de responsabilidades y la construcción de un sentido de pertenencia a una comunidad donde es posible deliberar con juicio crítico sobre lo público, y donde las relaciones de convivencia parten del genuino 
Orientaciones para directivos y tutores de primaria y secundaria reconocimiento de los otros como legítimos otros para hacer de la interacción con los demás una oportunidad para el diálogo, la aceptación de las diferencias y la construcción de consensos y la aceptación de disensos. En esta perspectiva, la UNESCO propone enfatizar en crear un clima de seguridad, respeto y confianza, las relaciones de apoyo con las familias y la comunidad, la educación emocional, las prácticas para el crecimiento, la apertura y la tolerancia, la resolución no violenta de conflictos y la participación democrática.
Convivencia y clima institucional
Las instituciones educativas son espacios de formación para el aprendizaje de la convivencia democrática. Ello requiere que constituyan espacios protectores y promotores del desarrollo, donde todos sus integrantes sean valorados, protegidos, respetados, tengan oportunidades para hacerse responsables de las consecuencias de sus actos y reafirmen su valoración personal. Veamos el siguiente ejemplo, y reflexionemos sobre cómo nuestro actuar cotidiano tiene influencia en la convivencia y el clima en la institución educativa.
La implementación de la Convivencia Democrática promueve:
·         La construcción de una convivencia escolar que garantice el ejercicio de los derechos,
·         la democracia y ciudadanía.
·         La elaboración de normas consensuadas.
·         La participación de todas las instancias de la comunidad educativa y en particular la participación estudiantil.

Convivencia democrática
Tomado de la Propuesta de Convivencia Escolar Democrática. Ministerio de Educación. 2005. Orientaciones para directivos y tutores de primaria y secundaria El tipo de relaciones interpersonales. Si son de colaboración, de ayuda mutua, si se respetan los derechos de todos, si se promueve el diálogo para la solución de los conflictos. Incluye tanto las relaciones entre las personas así como entre los diferentes grupos e instancias que conforman la comunidad educativa.
Las normas. Si son claras y pertinentes, si han sido consensuadas, si son aceptadas por todos, si son constructivas. Hay que considerar dentro de ello cómo se abordan las faltas y sanciones.
Los valores. Si los valores que promueve la institución educativa se ejercen en la práctica.
La participación. Si se promueven espacios y oportunidades para una real participación estudiantil, tomando en cuenta que los procesos participativos generan compromisos de los involucrados.
La convivencia es una construcción colectiva y es responsabilidad del conjunto de actores de la comunidad educativa. Podemos ver cómo la convivencia democrática e intercultural en una institución educativa necesita de relaciones interpersonales constructivas que favorezcan la participación libre de sus integrantes en los asuntos que les conciernen, así como la posibilidad de crecer y desarrollarse en un ambiente que los proteja .
  En este sentido, las acciones pueden ir enfocadas hacia
•          Lo normativo: Revisar y reelaborar el reglamento de convivencia del establecimiento, a partir de un proceso de reflexión y participación que incluya a todos los actores de la comunidad.
Los temas sobre los que se puede reflexionar son:
- Las características de la convivencia cotidiana.
- El modo en que cada integrante participa.
- Los sentidos y eficiencia de las normas.
- El sentido pedagógico de los procedimientos para abordar los conflictos. Lo que se pretende es un reglamento de convivencia:
- Consensuado y legitimado, que represente los acuerdos alcanzados por los diferentes actores del establecimiento.
- Pertinente y significativo, que tenga sentido para todos los actores de la comunidad escolar y sea pertinente para la realidad del establecimiento y su entorno comunitario.
- Con procedimientos claros, justos y eficientes, que definan modos de resolución de conflictos.
•          Las formas de abordar y resolver los conflictos:
Generar y potenciar en las comunidades educativas una forma distinta de mirar y conceptualizar el conflicto, así como una forma de abordarlo desde la resolución pacífica de conflictos.
Los temas sobre los cuales se puede trabajar son:
- Conceptualización de conflicto.
- Qué es resolución pacífica de conflictos.
Frente a una situación de conflicto, son varias las habilidades que se ponen en juego: la autorregulación, el control, el diálogo, la escucha, la empatía, la creatividad, entre otras. Las habilidades, actitudes, comportamientos y valores que se sustentan en el respeto por sí mismo y por los demás, constituyen un elemento vital para superar situaciones conflictivas.
En esta línea se han desarrollado interesantes iniciativas de Mediación Escolar entre pares en diversas escuelas y liceos del país. En el Tema Central de la revista que contiene esta separata, se da a conocer la experiencia de la Escuela La Paz,




Conclusión

El uso de la violencia frente a un conflicto puede dañar la comunicación, deteriorar la disposición de las personas a escuchar y respetar los puntos de vista de los demás, afectando negativamente la unidad grupal y el nivel de confianza. La violencia generalmente resulta del uso injusto o abusivo del poder, y busca obligar a un individuo, grupo o grupos sociales a algo que no quieren.
La disciplina en las instituciones educativas suele ser concebida en muchas ocasiones, como un conjunto de normas que los estudiantes deben cumplir a partir de órdenes que han sido determinadas por los adultos y que deben estar bajo su control y vigilancia para poder mantenerla. Esta se asume también como sinónimo de obediencia y está asociada a castigo, sermón, llamada de atención y expulsión.
Desde otra mirada, la disciplina es entendida como la capacidad que demuestran las personas para seguir voluntariamente un conjunto de reglas, en función al logro de un propósito que ha brotado de sus propias necesidades. Desde este enfoque, la disciplina constituye un medio y no un fin en sí misma. Es decir, que lo que queremos alcanzar son relaciones más democráticas y una convivencia pacífica en la institución educativa, más que la obediencia por sí misma.
Las normas deben considerar las necesidades de las personas y el respeto a los derechos de los estudiantes, aportando así al logro de una convivencia pacífica y democrática en la institución educativa. La comunicación constituye un aspecto fundamental para el buen funcionamiento de la disciplina en las instituciones educativas, y por ende, para el abordaje democrático de los conflictos y la convivencia
 La comunicación supone diálogo, y este a su vez implica saber escuchar con atención e interés al otro. La ausencia de una buena comunicación entre las personas puede fácilmente llevar a malos entendidos y conflictos, así como dificultar la comprensión para su solución y abordaje democrático. De ser así, se estaría dejando espacio a respuestas marcadas por la violencia.
El estudiante debe comprometerse con las normas y acuerdos como base para la convivencia y la paz en las instituciones educativas. Esta capacidad implica el aprendizaje de una serie de habilidades cognitivas y sociales, de conocimientos y de desarrollo de cualidades personales. El progreso de esta capacidad se podrá observar en las posibilidades de producir y respetar normas y acuerdos en cualquier circunstancia.

Referencias

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).
Bizquera, R. (2008). Educación para la ciudadanía y convivencia. El enfoque de la educación emocional. España. Editorial Nolters Kluwwer S.A.
Organización de las Naciones Unidas (ONU) (1997). Asamblea General. Declaración y programa de acción sobre una cultura de paz. Documento en línea. Disponible en: http://www3.unesco.org/iycp/kits/sp_res243.pdf. Consulta: 11/04/2012.
Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) (2010). Educación para la paz. Documento en línea. Disponible en: http://www.educacioninicial.com/ei/contenidos/00/4500/4506.asp. Consulta: 23/09/2011.
Ministerio del Poder Popular Para la Educación (2005).Convivencia escolar y resolución pacífica de conflicto.Caracas.
UNESCO (l994): La tolerancia. Umbral de la paz. París, UNESCO.

Vergara, J. (2006). Clima social escolar en los centros educativos de la comuna de Tolten. Revista oficial de la red Iberoamericana de Investigación. Vol. 5. Núm.1, p.184.